"Siempre pensé que algo pasaba. A veces abro los ojos cuando una lluvia muy fría entra por la ventana. No sé de dónde viene, no avisa, sólo cae de repente. Otras veces me despiertan voces, se quedan un rato conversando pero no sé quiénes son; murmuran en un silencio que me perturba. Siento pasos ahí afuera, como de gente sin prisa o personas que vienen creo que a observar. Sin embargo, aquí donde duermo no hay nadie, nadie más que yo.
Es aterrador, aunque no me sucede siempre, creo que ya no es tan frecuente; antes era peor. En algunas ocasiones lo llegué a pensar, y por momentos sentía que perdía la cabeza, jamás creí que eso me pudiera ocurrir a mí, hasta que un día un vecino me dijo...señor, no se preocupe más, aquí siempre es lo mismo, se acaban cansando de visitar a los que nos fuimos para no volver, y ya no regresan nunca más".
La habitación / Cementerio General, Santiago de Chile.
Edición de 3 | Víctor Santamaría.